Con una serie de chicanas a los líderes de Occidente, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, el expresidente Dmitri Medvédev, advirtió este jueves  que la derrota de una potencia nuclear como Rusia en una guerra convencional puede provocar el estallido de un conflicto nuclear. Lo hizo en medio de cuestionamientos al envío de armamento pesado y sistemas de ataque a Ucrania.

"Mañana, en la base Ramstein de la OTAN, los grandes líderes militares discutirán nuevas tácticas y estrategias, así como el suministro a Ucrania de nuevos armamentos pesados y sistemas de ataque. Y esto será justo después del Foro de Davos, donde juerguistas retrasados repitieron como un mantra: para lograr la paz, Rusia debe perder", señaló Medvédev en su canal de Telegram.

"Y a ninguno de esos miserables se le ocurre sacar de esto la siguiente conclusión elemental: la derrota de una potencia nuclear en una guerra convencional puede provocar el estallido de una guerra nuclear", recalcó.

Medvédev sostiene en su enésima arremetida contra Occidente, que "las potencias nucleares no pierden grandes conflictos de los que depende su destino".

"Pero esto debería ser obvio para cualquiera. Incluso para un político occidental que haya conservado al menos algún rastro de inteligencia", insiste con las chicanas.

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El expresidente de Rusia hizo estas declaraciones la víspera de la reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania en la base aérea estadounidense de Ramstein, en Alemania, donde los socios de Kiev prevén anunciar una nueva e importante ayuda militar que incluirá más armas y munición, además de vehículos blindados y, según espera el Gobierno de Volodímir Zelenski, tanques modernos.

Los dichos tienen lugar después de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, criticara las dudas de Berlín para suministrar tanques a su país, la víspera de una reunión clave de sus aliados en Alemania para coordinar la ayuda militar a Kiev.

Desde el inicio del conflicto, los países occidentales se han negado a entregar misiles de largo alcance a Kiev, por temor a que se desencadene una escalada.

Rusia ha acusado al ejército ucraniano de haber realizado ataques con drones en la península anexionada de Crimea y contra objetivos en Rusia, a cientos de kilómetros de la frontera ucraniana